Cartas al Director

¡La solidaridad no se detiene!

Ecuador atraviesa uno de los momentos más difíciles de nuestra historia. Todas las cifras parecen quedarse cortas ante el sufrimiento de nuestros hermanos, sobre todo de Manabí y Esmeraldas, que lo han perdido todo. La vida. Sus familias. Su casa. Su sustento económico. Y todo agradecimiento también se queda corto ante la conmovedora solidaridad de miles y miles de ecuatorianos, de todos los rincones de la patria, que han entregado donaciones y su tiempo como voluntarios para ayudar en esta hora de tragedia nacional.
Aun así, todo lo hecho no es suficiente. Debemos seguir donando y ofreciendo nuestras manos. Ya circulan en redes sociales mensajes que incitan al desánimo:  no les paren bola. Y no los difundan. Sí, la situación es dramática. Los muertos son muchísimos. Pero los sobrevivientes necesitan nuestra urgente ayuda para mantenerse en vida y salir adelante. A ellos demostremos que no están abandonados y que no solo los primeros días, sino hoy, mañana, la próxima semana y el resto del tiempo, en todo el Ecuador seguimos estando a su lado.
A las autoridades: es vital garantizar la seguridad de las donaciones y estar coordinados: gobierno, municipios, prefecturas, sociedad civil -para que la acción colectiva tenga impacto.
A los ciudadanos: no seamos modestos y difundamos nuestra acción, porque eso motiva a otros, sobre todo amigos, a ponerse manos a la obra. Las intenciones las juzga Dios. Lo importante ahora es el resultado para ayudar a los damnificados.
Ciudadanos y autoridades de toda bandera y color, hoy luchamos juntos ante el mayor reto de nuestra generación. Y solo juntos saldremos adelante, como un solo puño y una sola nación.
Ab. Héctor Yépez Martínez