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Opinión
Cartas al Director
“Barajando los días”
“El periodismo tiene que ser ejercido por personas con vocación. Quien no tiene vocación, simplemente dedíquese a otro cosa. Esta sentencia de Jorge Vivanco Mendieta (nacido el 15 de mayo de 1927 en Loja) es el reflejo de una lúcida verdad, que está intercalada en todos sus actos, formando ya parte de la historia no solo del periodismo, sino de la vida del país.
¿Cómo dimensionar el aporte de Vivanco al Ecuador a través de sus artículos, desde los diarios Expreso, El Comercio, La Razón, El Telégrafo, revistas La Calle, Vistazo y otras? La gratitud no es para un periodista, sino para un erudito del periodismo. Este calificativo es sobradamente merecido, así lo certifica la opinión pública nacional.
Varias veces fui testigo de las charlas con mi señor padre don Pedro Pablo Jijón Salcedo, connotado periodista porteño de varios diarios y de manera continua hasta su deceso en El Telégrafo. Se veían de forma casual al encontrarse por el Correo o la zona bancaria de Guayaquil e intercambiaban opiniones. Estos esporádicos encuentros que no duraban más de un cuarto de hora prestan toda mi atención, ya que era advertido por mi padre de la valía y sapiencia de Vivanco.
Siendo joven, al escucharlo quizá no aquilataba totalmente el valor de sus ideas, pero sí me impresionaba la sencillez de sus palabras y, la rapidez con que las pronunciaba, comparable a los destellos intermitentes de las estrellas desde el firmamento. Sus asiduos lectores esperamos seguir leyendo los sesudos artículos de orientación con esa ética y verticalidad que ostenta Jorge Vivanco. “El cuestionar y el burlarse del periodismo puede llegar a extremos crasos. Y es que el periodista y su medio son interlocutores entre la fuente de información y el lector”.
César Antonio Jijón Sánchez