Cartas al Director

Resurgir como ave Fénix
Según la leyenda cristianizada, el ave Fénix vivía en el Jardín del Paraíso, y anidaba en un rosal. Cuando Adán y Eva fueron expulsados, de la espada del ángel que los desterró surgió una chispa que prendió el nido del Fénix, haciendo que ardieran este y su inquilino. Por ser la única bestia que se había negado a probar la fruta del paraíso, se le concedieron varios dones, como el poder del fuego y la luz, siendo el más destacado la inmortalidad a través de la capacidad de renacer de sus cenizas.
Cuando le llegaba la hora de morir, hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave Fénix, siempre única y eterna.
Esto ocurría hace millares de años. En estos momentos aciagos para la vida y la economía del Ecuador, luego del tremendo terremoto del 16 de abril,  solo nos queda resurgir como el ave Fénix. Que Dios nos siga bendiciendo e ilumine cada accionar de autoridades y pobladores.
Ab. Elio Roberto Ortega Icaza.

¿Es conterráneo o coterráneo?
Muchas personas creen que son sinónimos “conterráneo” y “coterráneo”. Se trata de un adjetivo que significa que una persona, con respecto a otra, es de su mismo país. Pero no hay diccionario de la lengua española en que figure la palabra conterráneo, sino solo coterráneo, que es lo correcto.
Mariela Medina, Manta, Manabí.