Cartas al Director

Ya nos agarraron chuchaquis

El frenazo que dio el Ministerio de Turismo nos dejó vestidos y alborotados. Cuando comenzábamos a prepararnos para farrear ‘hasta las 15’, la cartera de Estado recula en su anuncio de extender los horarios fiesteros a las 04:00 para dejarlos como estaban: hasta las 02:00. Esta aparente ‘insignificancia’ agarró con un tremendo chuchaqui a los propietarios de bares, discotecas y centros de diversión nocturna que se alistaban a recibir a su clientela como se merecía, luego de varios años de números rojos en su contabilidad. Y así llegaba la prueba de fuego para medir la aceptación del público a ofertas de licores cada vez más caros por las famosas salvaguardias arancelarias que los encarecieron en un 25%. Ahora que se jodió la fiesta sería bueno reflexionar sobre algunos puntos ciegos de una medida que definitivamente ahuyentó al turismo extranjero, sobre todo en las grandes ciudades ecuatorianas, con el cuento de que así se contribuiría a reducir la violencia. Es que los ‘gringos’ y europeos están acostumbrados a la oferta turística a gran escala, donde la algarabía dura hasta que sale el sol, por lo que llegan a estas tierras y se asombran de que los saquen de los bares cuando recién se estaban acomodando. Con los precios por los aires, tampoco es que exista un ambiente de fin de año como para beberse hasta el agua de los floreros, porque las ganas se esfuman solo de pensar en todas las ‘culebras’ pendientes y en los milagros que hay que hacer para llegar a fin de mes con tanto impuesto solidario y cosas por el estilo. Todo parece indicar que la famosa hora ‘cenicienta’ no logró reducir la violencia ni incentivar la industria nocturna tan venida a menos desde 2010 por decreto ministerial.
Por: Juan Manuel Yépez