Cartas al Director

Armas, odio y masacre

Este año, en los Estados Unidos, 5.962 personas han muerto por armas de fuego, las últimas 49 en la injustificada y terrible masacre de Orlando, Estado de Florida. En Siria, en 5 años de cruenta guerra, hay más de 272.000 fallecidos. No tenemos espacio para detallar más.
Esta es solo una muestra patética del odio que se riega en el planeta para provecho de los fabricantes y comerciantes de armamento de todo tipo. La pregunta es por qué este deseo de aniquilar al resto de la humanidad. Qué hay en la mente de los asesinos, más allá de las motivaciones o convicciones religiosas. Es como que si la vida de un humano valiera tanto como la de una cucaracha. No importa truncar la existencia de  seres valiosos ni el sufrimiento de sus familias. Lo peor es que el terrorismo sigue ganando terreno, nadie está ni se siente seguro en lugar alguno.
En los Estados Unidos se ha vuelto a cuestionar el libertinaje o la ninguna precaución en la venta de armas. La masacre de Orlando se pudo haber evitado si las autoridades a quienes llamó el expendedor de chalecos antibalas, que notó algo raro en el asesino que quería comprarlos y lo denunció, hubiesen tomados cartas en el asunto.
Es la indiferencia de muchos, la falta de control en la  comercialización de armas, y, básicamente, la carencia de amor y comunicación entre padres e hijos. Debemos recuperar la familia. Hay demasiados insanos mentales en el mundo. No es por casualidad...
Por la Dra. Katia Murrieta