Opinión
Cartas al director
El invitado del día
Emblema que vuela muy alto
Por Oscar Ugarte
La ciencia me llama “Vultur gryphus”, en quechua soy “cuntur” y en español CÓNDOR; con 1,40 m de alto y 3,30 m de ancho, soy el ave más grande del mundo.
Para los andinos soy el símbolo del poder; los incas me decían el Rey de los Andes y estoy en los escudos de Bolivia, Chile, Colombia, y desde el año de 1900 con Eloy Alfaro significo la fuerza, la inteligencia y la exaltación en el Escudo de Armas de este país.
Pero estoy en peligro de extinción, solo hay 102 aves debido a que nos matan los cazadores furtivos e irresponsables, los ecuatorianos que dicen exaltarme y destruyen constantemente mi hábitat donde está mi alimento, los pesticidas que están en los animales muertos que yo como, me envenenan, al igual que el agua contaminada de manantiales.
El hombre del páramo me cree un ave peligrosa porque creen que ataco a los rebaños, aunque soy un ave pasiva y hasta temerosa y rara vez ataco, prefiero la carroña, huevos y polluelos.
En mis 50 años de vida soy solo, me apareo con una sola pareja, y nos reproducimos cada 2 años. Soy sexualmente adulto a los 8 años, cuando me convierto en esa ave negra, con plumas blancas en el cuello, y cabeza roja que cambia de color según mi estado de ánimo.
El Estado sí lucha por preservarme, y hasta tengo ya mi día nacional: el 7 de Julio, para concienciar en los ecuatorianos que soy su ave símbolo, un emblema que vuela muy alto.