Opinión
Cartas al Director
Milagro y la “T” de Yaguachi
Felicito al Prefecto del Guayas por la forma acelerada como se trabaja en la carretera la “T” de Yaguachi a Milagro. Y esperamos que esta se extienda hasta nuestra ciudad, porque no tendría sentido esta ampliación si solo llegase hasta el redondel que se desvía hasta la carretera Milagro--Km 26, y nuestra ciudad es la que más aporta en el peaje. El prefecto Jairala y la alcaldesa Robles deberían analizar con la concesionaria para hacer realidad este bello sueño de los milagreños.
Por La Voz de Milagro se inició la lucha con el señor Carlos Vega Moreira, Lcdo. Tomás Dávila Freire, presidente de la FEUE, Pedro Saltos; el Dr. Eladio Cervantes, el Dr. José Galarza, el Ing. Ulfrido Echeverría, el Dr. Rómulo Minchala, el Dr. Diego Cajas y más personalidades del cantón.
La reunión fue en el Club Nacional y se logró un acuerdo para ampliar lo que se llamaba antes la carretera de la muerte Milagro -Km 26, que hoy es polo de desarrollo comercial e industrial para nuestra ciudad. Igual se pusieron de acuerdo prefecto y alcalde para construir la avenida Amazonas, que es un gran adelanto para Milagro.
Todos los milagreños y las instituciones estamos a la expectativa para que esta obra se haga pronto. Son apenas 1 y ½ kilómetros del redondel a Milagro. ¡Por favor, Prefecto, lúzcase y Milagro se lo agradecerá!
¿La culpa es del medio?
Entre todas la barbaridades que provocó la Ley de Comunicación está una que merece la pena aclararla. Cada día, en las salas de redacción, se reciben decenas de cartas de estudios jurídicos, por correo electrónico y tradicional, en las que se responsabiliza directamente a los periodistas sobre publicaciones referentes a hechos judiciales de trascendencia social en los que sus clientes SUPUESTAMENTE estuvieron involucrados.
En ellas se acusa a los medios de “daños a la honra”, de descontextualizar la noticia, de haber tomado partido, de no verificar ni contrastar los hechos, entre otras perlas más, y no solo exigen rectificaciones, sino también -los más audaces- compensaciones económicas para resarcir “el daño”.
Toda la información que se publica proviene de FUENTES OFICIALES, la cual es contrastada con la parte involucrada, siempre y cuando acceda a hacerlo, ya que también ocurren casos en los que prefieren el silencio. Luego, la noticia se procesa según las normas deontológicas del oficio, es decir, que jamás se acusa a nadie sin las pruebas disponibles en el proceso en ese momento, por lo que se lo describe como sospechoso, implicado, etc., hasta que un juez dicte sentencia. Las declaraciones de los funcionarios públicos son de su exclusiva responsabilidad y no la del medio. Por supuesto que todos tienen derecho a emitir su propia versión de los hechos y eso se denomina DERECHO A RÉPLICA. La rectificación solo procede cuando hay equivocaciones editoriales que se asumen con responsabilidad. Es hora de que lo entendamos todos.