Opinión
Cartas al Director
Vamos por el oro
Río de Janeiro recibió el 5 de agosto a 10.500 atletas de 206 comités olímpicos para esta edición de los juegos de verano; los recibe un Brasil en medio de una crisis política tras la destitución y juicio que enfrenta la presidenta titular Dilma Rousseff, en medio de escándalos y protestas por los casos de corrupción y peculado. Pese a todo, la antorcha siguió su recorrido hasta la tea olímpica.
La ceremonia inaugural se dio en el legendario Maracaná, con 6.000 bailarines, en medio de mucha samba y colores, y aquí me detendré. Estos Juegos cuentan con la inédita cantidad de 16 atletas abiertamente LGBTI compitiendo, pese a que la cantidad es, en relación al total, pequeña por donde se la mire si se considera la pasada edición de Sochi (Rusia) en el 2014, donde la persecución hacia personas LGBTI y los crímenes de odio por homofobia fueron una sombra que persiguió los Juegos durante su agenda; hay que mirar el número con optimismo, como más que un número pequeño, representa visibilidad y orgullo. Además, que no solo atletas, sino todos y todas en el mundo, hoy perdimos el miedo a mostrarnos, a ser quienes somos, a competir y conquistar preseas.
¿Será el momento de hacer historia? En 1968 Tommie Smith y John Carlos (afroamericanos) levantaron desde su podio puños revestidos con guantes negros como símbolo del black power y la lucha por los derechos civiles, lo cual les costó su destitución y exilio en los años siguientes.
¿Veremos una bandera arcoíris flameando sobre algún podio?
Algo queda claro, el momento de esconderse quedó en el pasado, las puertas de los armarios están abiertas y nadie está dispuesto a volver a ellos, en Brasil.
¡Vamos por el oro!
Ludovico Maquiavelo.
Por vicente Flores
...“Son apenas cinco centavitos”...
No es el título de una canción, sino el alza en la transportación urbana en esta ciudad. En lo personal, pienso que 5 centavos no es nada, pero... si hay personas que deban viajar diariamente de ida y de regreso, entonces son 30 centavos, que ya es algo...
Pero si queremos una mejor transportación, ya sea por la Metrovía o las demás líneas, debemos también exigir con todo el derecho que tenemos...
Ya es pública la remodelación de las unidades de la Metrovía y un control férreo para evitar accidentes. A las horas pico las unidades virtualmente circularán como convoyes de tren (una tras de otra) hasta que baje la marea) y de allí se vuelve a lo normal.
Lo que me inquieta son los buses que no son de la Metrovía. Una cosa es ver que los están pintando, retirando una fila de asientos para más comodidad al pasajero, y otra distinta es aplicarlo a la realidad.
El paradero para estos buses debe ser mínimo cada tres cuadras, estudiando la no afectación a los otros vehículos, sean autos, camionetas, etc. No es de gritar “pare... pare ...pare” y el chofer tiene que detenerse donde queremos bajar. No, los paraderos deben ser predeterminados. De la misma manera, nadie podrá subirse “al vuelo” y menos aún bajarse de ese modo porque exponen su vida y causan el caos. Hacer cumplir eso es la parte dura.