Opinión
Cartas al director: ¡Ecuador, camina por el centro!
¡Vienen las elecciones! Y no solo debemos hablar sobre candidatos, que aumentan por semana, sino sobre las ideas que necesita el país. Soy parte de la mayoría de ecuatorianos que no es de izquierda ni derecha. Me identifico con la tercera vía: el centr
¡Vienen las elecciones! Y no solo debemos hablar sobre candidatos, que aumentan por semana, sino sobre las ideas que necesita el país. Soy parte de la mayoría de ecuatorianos que no es de izquierda ni derecha. Me identifico con la tercera vía: el centro. ¿Y eso qué es?...
El centro propone una visión humanista donde lo primero en la sociedad somos las personas de carne y hueso, que estamos por encima no solo del capital, como dice la izquierda, sino también del Estado. Por tanto, los derechos humanos, desde la libertad de expresión hasta la seguridad social, prevalecen sobre toda forma de poder.
Ese humanismo en lo económico se traduce en un equilibrio entre lo privado, donde cada uno -campesino, tendero o multinacional- emprende y genera empleo. Y lo público, donde juntos desde el Estado fijamos reglas, invertimos en lo social y garantizamos un piso común de oportunidades para prosperar sin importar dónde nos haya tocado nacer. Libertad y equidad no son enemigas, sino dos caras de la misma moneda.
Ese enfoque ha dado resultado. La tercera vía fue impulsada con éxito, entre otros, por el canciller alemán Gerhard Schröder, el expresidente estadounidense Bill Clinton, el primer ministro británico Tony Blair, y en América Latina por el mandatario chileno Ricardo Lagos.
Dicen que el centro niega la ideología, algo incorrecto. Según el psicólogo Lewin: nada más práctico que una buena teoría. Pero sin confundir teoría con fanatismo. El centro no rechaza ideas, sino extremos e impulsa un pragmatismo para llegar a acuerdos con soluciones bien pensadas, para un bienestar concreto en la vida del pueblo.
Ab. Héctor Yépez Martínez