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Opinión

Cartas al director: Jugando a Pokémon Go

La tecnología ha logrado que casi desaparezcan los teléfonos públicos (¿para qué si hasta los mendigos tienen celulares?). Los telefonemas y los telegramas hace tiempo pasaron a la historia; prácticamente con el Internet ya las enciclopedias, que nos recuerdan a Diderot, tienen muy escaso uso; y se dice que el género epistolar está por desaparecer y, con ello, por supuesto, los correos.

Parece que tal tecnología nos ha vuelto más rápidos y nos ha hecho también múltiples u omnipresentes porque estamos a la vez en varias partes y casi nada se puede esconder (el chisme ha sido sustituido por las redes informáticas, además), también ha incentivado nuestro sentido lúdico. Y es que a más de los juegos electrónicos, para lo cual se necesita de un aparato televisivo, ahora se pueden llevar a cabo estos juegos caminando, en una esquina, en un portal, en una cita amorosa, etc., gracias a las tablets que son portátiles y que cada vez se van popularizando más en el mundo.

Así, ahora ha aparecido el Pokémon Go que convierte a los transeúntes en gente que al caminar va jugando con el aparatito en cuestión. El juego consiste, creo, en ir buscando figuras zoológicas que se van archivando para lograr el mayor número de ellas. Personalmente no entiendo jota de este juego porque me niego a practicarlo (también me niego a parecer idiota...), pero a lo mejor, quién sabe, algún día caiga en ese entusiasmo propio de los hinchas del fútbol. (FCV)