Cartas al director: Odebrecht y el tinte electorero

El Fiscal General, en el caso Odebrecht que está tan de moda, nos lleva de sorpresa en sorpresa. Primero, al anunciar algo que todo el mundo sabía por las noticias llegadas desde el Departamento de Justicia de la Yoni. Y, después, al explicarnos que el retraso en conocerse los nombres de los implicados en el “juego de sobornos” no podría ser conocido con tanta prontitud como ha sucedido en Colombia, Argentina y Perú, debido a que había que traducir numerosas denuncias importantes que estaban en inglés y en portugués, al español. Actitud digna de Ripley, no hay duda, para su famosa columna de “parecen mentiras pero son verdades”...

Pero la cosa no se queda allí. Ahora, salió el descubrimiento de que la empresa que también tentó a Lula y a doña Dilma ha estado metida en nuestro país bananero desde el año 1987 del siglo pasado. Es decir que no es solamente parte de la “década ganada” (como la califican los “verdes”). Situación retroactiva que han aprovechado allegados al Gobierno para recordar nombres y apodos de adversarios políticos de Rafico.

Aquí vale aplicar el refrán que dice: “ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, y quieren ocultar tantas “maravillas” que se han estado cometiendo en los últimos diez años, con “nuevos ricos” descarados y otros que quieren pasar por alto escandalosos negociados aprovechando que no hay investigación ni menos castigo de una “aborregada” mayoría de la Asamblea Nacional. (FCV)