Ser progenitor no es nada fácil; pocos están preparados para realizar esta misión. Por darles algunas recomendaciones, que posiblemente ya lo están realizando.

A nuestros hijos debemos manifestarle confianza plena y extraordinaria estimación, digna de un amigo sincero, de alguien a quien lo consideramos la razón de nuestra vida otorgándole un calor humano, de amigo, expresando siempre sinceridad en sus actitudes, trasparencia en nuestro proceder.

Debemos ganarnos la confianza de nuestros hijos, creando alrededor de su entorno una formación integral; ayudarles a crecer como persona, promover de cada uno de ellos lo que puedan dar, desarrollando la capacidad crítica. Debe dárseles una apertura total de los valores humanos, pero siempre con ejemplo para que sepa que la vida es hermosa cuando somos personas honestas, sinceras y que sentimos amor en toda su forma.

El internet y la TV se han adueñado ahora de nuestra prole y la familia en total; por eso la mejor prudencia de los padres es ponerle un horario para estas actividades.

Tenemos que explicarles que la disciplina no es castigo, es orden, responsabilidad. Es reconocerse por sí mismo, e impulsándolo para que cada día sea mejor; tus expresiones deben de ser con firmeza, pero cargadas de razón. También deben de llevar un espacio de tolerancia y flexibilidad en donde tiene que asistir un orden al cual debe cumplir su pena de castigo pedológico; y siempre insistir que deben superarse motivándolos para que se hagan emprendedores y que sus actuaciones sean de calidad, calidez y competitividad.

Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo.