Opinión
Cartas al editor
La invitada del día
Ciudadanía universal
Por: Silvia Buendía @silvitabuendia
Parece que fue ayer cuando el canciller Guillaume Long dijo ante la ONU que Ecuador había promovido iniciativas puntuales para paliar la crisis humanitaria, migratoria y de refugio que viola los derechos humanos de millones de personas en el mundo. Para ser precisa, lo dijo el pasado 28 de junio en la 32° sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, Suiza. Yo estaba allí. Sus palabras textuales fueron: “Para nosotros la ciudadanía universal promueve la libre movilidad de todos los habitantes en el planeta, así como el progresivo fin de la condición de extranjero...”. En ese momento pensé, ¿por qué la ciudadanía universal sirve para que Long, que es británico, sea canciller del Ecuador; pero no para que Manuela Picq asista a una marcha?
Hoy mi sorpresa se queda corta. En el caso de los cubanos detenidos en El Arbolito no solo se violó el debido proceso, sino varios estándares internacionales y constitucionales: Ningún desalojo puede darse en la madrugada. La detención fue arbitraria, pues no se había cometido delito alguno; y, si hubiesen cometido delito, no se les leyó sus derechos. Se les confiscaron sus pertenencias personales y documentos de identificación. Estuvieron incomunicados durante 12 horas sin poder contactarse con familiares o abogados. No se puede detener niños, niñas y adolescentes en una unidad penal como si fueran criminales.
¿Qué hace a Julián Assange diferente a los cubanos de El Arbolito? ¿Qué hace a Manuela Picq diferente a Guillaume Long? ¿Cómo puede el canciller mantener un discurso tan esquizofrénicamente distinto a las prácticas migratorias del país?