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Opinión

¡Guayaquil, siempre Guayaquil!

Guayaquil acaba de celebrar un año más de su independencia, esto es, celebró sus fiestas octubrinas del 2016 como siempre: con alegría, con entusiasmo, con profundo amor y respeto a las ideas de libertad que fueron las gestoras para que la Fragua de Vulcano anunciara la aurora gloriosa del 9 de Octubre de 1820.

Una vez más se hizo presente en nuestra ciudad el irrenunciable propósito de mantener latente y siempre presente el propósito para que Guayaquil surja y progrese por el “esfuerzo de sus propios hijos”. Pero para evidenciar que las fiestas no son solo para discursos y palabras que se las lleva el viento, en este 9 de Octubre último nuestra ciudad inauguró obras de gran importancia gracias a la gestión municipal que conduce sus destinos seriamente y con gran responsabilidad, como lo demuestran las obras públicas que se han ejecutado en la ciudad y en sus parroquias, sin endeudamientos que graven la economía popular, así como tampoco que atenten contra las finanzas de la corporación municipal.

Pero una obra que enorgullece a Guayaquil es la noria que se levanta a orillas del río Guayas y que es, sin duda alguna, un ícono para nuestra ciudad y un atractivo para nacionales y extranjeros que van a mirar a Guayaquil desde las alturas en una visión de 360 grados, 1o que hace que la Perla del Pacífico atraiga más turismo durante este feriado vacacional, lo cual es un factor para el progreso de las ciudades del mundo. (BLC)