Cartas al director: Sí es posible ser feliz en la vida

El clero y las diversas religiones existentes plantean que la felicidad está en la otra vida, y que se debe hacer méritos llevando una vida activa a favor de su DIOS, lo cual, pues, es una posibilidad fuera de este mundo.

La felicidad es un derecho y también es un deber. Debemos de esforzarnos por ser felices; siempre busquemos la felicidad haciendo felices a los demás. Al sentir la auténtica felicidad amamos más a todos, empezando por nosotros mismos, y la clave está en pasar de lo personal a lo general.

La felicidad no es satisfacer una serie de necesidades, es algo más profundo y más amplio. La práctica permanente de los valores humanos nos produce una energía positiva, una capacidad de hacer, de movernos. El gozo y la energía provienen de hacer el bien sin mirar a quién. La felicidad es un sentimiento difícil de alcanzar, es una acción interminable, un conjunto de metas y objetivos que requieren de mucho esfuerzo para lograrlos. Es una sensación latente dentro del ser humano, es aquel deseo que todos queremos alcanzar. “El ser humano ha intentado siempre perseguir a la felicidad como una meta o un fin, como un estado de bienestar ideal y permanente al que debemos llegar.

Definitivamente la felicidad está en tratar de ser cada día mejores, de hacer felices a los demás y de manera especial que exista felicidad en el hogar y la familia.

La verdadera felicidad se logra ayudando a los que nos rodean, promoviendo o generalizando la felicidad otorgándonos lo mejor de unos a otros.

Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo.