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Opinión

El invitado del día: Turismo: Cemento por naturaleza

Turistas norteamericanos y europeos vienen al Sur a admirar y aprender de nuestra cultura y madre naturaleza que se ha construido por miles y hasta millones de años.

Turistas norteamericanos y europeos vienen al Sur a admirar y aprender de nuestra cultura y madre naturaleza que se ha construido por miles y hasta millones de años, nosotros los del Sur vamos al Norte a fascinarnos “boca abierta” ante el vidrio, el cemento y la tecnología construida no hace más de unos 50 años.

Ellos, hastiados de la opulencia y contaminación de sus “selvas de cemento”, vienen a disfrutar y a “abrir la boca” en nuestras “selvas de vida”. En cambio acá los de las clases privilegiadas salimos despavoridos de la miseria que para nosotros significan nuestras culturas milenarias y las selvas virginales, y así estamos más cerca de la superficialidad que de la sabiduría.

Acabo de visitar la selva Amazónica, en donde se habla inglés, francés y lenguas ancestrales, menos español; “gringos”, menos de ecuatorianos.

¿Por qué nuestra clase media y alta prefiere Miami o Disney que las Galápagos o el Yasuní? Porque nos fascina lo relumbrón... y tal como sucedió en la conquista y colonización española, aún nos fascinan los espejitos y los relumbrones y hemos invertido nuestra escala de valores y prioridades, ahora quieren recuperar lo que perdieron en la frenética búsqueda del refulgente y fantasioso “progreso”. Porque acá también parecería estar la respuesta y la reserva: Económica, cultural, ecológica y hasta moral para la supervivencia de una ya agotada cultura “Occidental y Cristiana”.