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Opinión

Cartas al director: Voto con identidad

A cuatro meses de las elecciones de 2017, con un 45% del padrón electoral constituido por jóvenes entre 16 y 35 años, es necesario que los jóvenes nos tomemos la política.

A cuatro meses de las elecciones de 2017, con un 45% del padrón electoral constituido por jóvenes entre 16 y 35 años, es necesario que los jóvenes nos tomemos la política.

El discurso de los precandidatos tiene un común denominador: Ellos están haciendo política para ellos mismos, ellos preguntan, ellos responden, ellos proponen, ellos contraproponen, ellos critican, ellos alaban, ¿Algún candidato está considerando como parte de su agenda un “nosotros”?...

Ahora más que nunca es necesario promover una política informativa y de conciencia, que evite al votante que pueda ser manipulado por el populismo, la demagogia y el divisionismo; no dar nuestro voto a quien juega con nuestros anhelos con discursos de oropel.

La visión política de voto con identidad recoge propuestas en tres ejes transversales: lo que proponemos como ciudadanos, como país, y lo que esperamos del Estado, entre ellas la consideración del cuerpo como primer ámbito de propiedad, el libre ingreso a las universidades públicas. Tanto Estado como sea necesario y tanto mercado como sea posible. La gente como primera fuente generadora de riqueza, garantías de seguridad jurídica, canales de diálogo y veeduría ciudadana permanente, cero privilegios para los cercanos al poder, fiscalizar y combatir la corrupción, entre otros.

Según las cifras oficiales, el desempleo bordea el 5,7%; sin embargo el desempleo juvenil oscila entre el 7,8% y 16,2%, hasta tres veces más que el resto de la población. Como esta, no son pocas las realidades que nos afectan y no nos quedaremos de brazos cruzados. Los jóvenes no somos el futuro, somos el presente.

Ludovico Garcés