Opinión
Columna: La operación cesárea
Se pretende legislar la operación de cesárea mediante una ley que se está madurando en la Asamblea.
Se pretende legislar la operación de cesárea mediante una ley que se está madurando en la Asamblea. Hay tantas cosas inverosímiles en nuestro país (enumerarlas acabaría con la tinta de la computadora...), que nada de raro habría en que salga esta ley “con fórceps...”
¿Hasta dónde quiere meter el Estado sus manos? No es concebible que se quiera ir contra el libre albedrío de la mujer para que ella traiga al mundo el fruto de sus entrañas en la forma que lo desee, sin que ello signifique necesariamente que quiera que se muera. Hay que respetar las libertades individuales hasta tanto no alteren el orden social. La medicina ha progresado tanto que los médicos están en capacidad científica y académica para salvar vidas, y no para destruirlas.
Ojalá que este absurdo quede solamente en proyecto. La Asamblea, que tiene sus días contados, porque todo en la vida se acaba, nada es eterno, deja una mala “herencia” porque no ha fiscalizado ni ha legislado como es debido.
La historia se encargará de ratificar o de rectificar este concepto. Hasta que eso suceda, lo conveniente sería que, en los últimos momentos de su existencia, no cometa un desacierto más como este, de legislar para que la cesárea se practique en la mujer por mandato de una ley que es mal concebida.
Hay tantas leyes que deben ser revisadas por incongruentes e inaplicables, como para que se intente dictar una ley para que la mujer decida si se hace una cesárea... (BLC)