Columnas: ¿Por qué tan lenta actitud?...

La situación que vive Venezuela es desesperante por donde quiera que se la mire. Lo normal es que cuando un gobierno, de la naturaleza que fuere, encuentra la resistencia de su propio pueblo por los desaciertos de ese régimen, quien gobierna debe meditar profundamente para plantearle a su pueblo soluciones que le permitan superar la crisis; o, en su defecto, respetar la Constitución del país y convocar a elecciones para que otro gobierno haga lo que él no pudo.

Venezuela atraviesa por una crisis humanitaria de tal magnitud por lo que ha recibido el respaldo de todos los gobiernos, desde Canadá hasta Chile, incluyendo Guyana, solicitándole frene la represión, ponga en libertad los presos políticos, sobre todo, busque una concertación nacional como medida política coherente para evitar que se convierta en un campo de guerra civil.

Mientras todos los países de la Tierra y los organismos internacionales respectivos le piden al gobierno venezolano lo que le piden, hubo un silencio inexplicable por parte del gobierno del Ecuador, que no se había pronunciado en la misma forma que los demás países sin respetar el criterio mayoritario de los ecuatorianos que claman porque en Venezuela se termine la dictadura de Maduro.

Este silencio oficial del Ecuador era desconcertante, porque por encima de aspectos ideológicos, prevalece el respeto a la libertad, a la libre expresión y a la democracia...(BLC)