Opinión
Columnas: ¡A mis hijos los educo yo!
¡Miles y miles de ciudadanos hemos salido a las calles para defender el derecho de padres y madres a educar a nuestros hijos de acuerdo a nuestros valores y principios.
¡Miles y miles de ciudadanos hemos salido a las calles para defender el derecho de padres y madres a educar a nuestros hijos de acuerdo a nuestros valores y principios. Más allá de la Biblia o una religión, así lo garantiza el artículo 29 de la Constitución y el artículo 26 de la Declaración Universal sobre Derechos Humanos.
Cumpliendo ese mandato ciudadano, en la Asamblea propuse una resolución en defensa de la familia para proteger los derechos tanto de padres y madres, como de niños y adolescentes. Ello en respuesta a una sentencia de la Corte Constitucional que afirma que un chico de 12 años tendría derecho absoluto a decidir sobre vida sexual y que la autoridad de los padres se reduciría a “opiniones” que no se pueden “imponer” para evitar “relaciones de poder” en los hogares. ¿La Corte Constitucional, hoy acusada de ineptitud y deshonestidad, confunde la familia con una especie de lucha de clases? ¡Un disparate!
Logramos aprobar esa resolución en la Asamblea. Triunfo para la FAMILIA, pero aún falta para lograr el objetivo: que el Gobierno respete a padres y madres, incluyendo su voz en las políticas públicas de educación.
También debemos mejorar la economía y acceso a la educación. Una adolescente que no termina su educación secundaria tiene 4 veces más probabilidades de quedar embarazada. Sin embargo, en el Ecuador tenemos más mujeres jóvenes sin estudiar ni trabajar que el promedio de América Latina.
Por tanto, si queremos menos violencia y embarazo adolescente, necesitamos más oportunidades de educación, emprendimiento y empleo sin discriminación, sobre todo en nuestras zonas populares y rurales.