Opinión
Columnas: “¡Que me paguen los contribuyentes ecuatorianos!”...
También, ya que se cumple un año desde que dejó el poder y se fue para su segunda patria, Bélgica. Sabremos si Rafael Vicente se queda sin la protección de esa pequeña, pero costosa “guardia pretoriana”.
El 24 de mayo próximo no solo nos permitirá recordar el triunfo del Mariscal de Ayacucho en la batalla final por la independencia en Pichincha, sino saber, luego de una desesperante espera, dos cosas muy importantes, una vez vencidos los plazos que se establecieron. Esto es cuáles ministros se van del gabinete o se reciclan como “momias cocteleras” (haciendo la excepción, por supuesto, de Toscanini, Jarrín y Martínez, recién nombrados, aunque en este mundo incierto cualquier sorpresa puede darse) y cuáles son los que se quedan donde ahora están.
También, ya que se cumple un año desde que dejó el poder y se fue para su segunda patria, Bélgica. Sabremos si Rafael Vicente se queda sin la protección de esa pequeña, pero costosa “guardia pretoriana” que le cuida las espaldas, a él y a su familia, en Bruselas, o si seguirá gozando de que cerca de una docena de militares disfrazados de civiles, a quienes hay que pagarle sus mensualidades, viáticos, casa, comida, etc., lo sigan protegiendo paso a paso, y que pagamos los contribuyentes.
Y es que curándose por lo sano el expresidente, una semana antes de abandonar Carondelet, firmó un original decreto mediante el cual se establecía su protección durante un año mediante la conformación de un grupo de uniformados “desuniformados” que debían ir donde él vaya. Lo que los obligó a cruzar el “gran charco” e instalarse en el lejano país europeo. Este tipo de protección “a posteriori” nunca se había dado en el Ecuador ni en ningún país del mundo. Velasco Ibarra viajó 5 veces a su Buenos Aires querido sin custodía. Y los demás expresidentes anduvieron también desprotegidos. ¿Le prolongarán el costoso “cuidado” a Correa, o lo darán ya por concluido?... (FCV)