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Opinión

Columnas: Del diálogo algo bueno queda

La historia cita que “La Guerra del Alto Cenepa” enfrentó a Ecuador y a Perú en enero y febrero de 1995.

La historia cita que “La Guerra del Alto Cenepa” enfrentó a Ecuador y a Perú en enero y febrero de 1995.

Y, por eso, es que centenares de periodistas de todo el mundo viajamos a los países por aquellos tiempos. Informábamos sobre el conflicto y tocaba estar prácticamente en el frente de batalla.

Cómo olvidar la actitud decidida de muchos soldados de defender sus respectivas patrias. Estos veían en el contrario, tal vez, al enemigo a batir.

Aunque nunca hubo una declaración de guerra formal, los vientos soplaron tantas nubes negras que en un momento hicieron temer lo peor.

Permanecen aún en mi mente los gritos de lado y lado de la frontera con los que se retaban los soldados allá en la selvática Zamora-Chinchipe. Acaso era una táctica de guerra para amedentrar al enemigo que, de paso, pintaba parte del ambiente hostil que mantenían los dos Estados. Parecían irreconciliables.

La reunión binacional que acaba de concluir en Quito demuestra que, a las buenas, mucho se puede conseguir. Ahora los gobiernos solo piensan en trabajar en temas sociales, culturales, comerciales, de turismo y de infraestructura. Lejanos quedaron aquellos tiempos oscuros. En suma, del diálogo siempre algo bueno queda.

FRASE: “Ningún hombre es tan tonto como para desear la guerra y no la paz; pues en la paz los hijos llevan a sus padres a la tumba, en la guerra son los padres quienes llevan a los hijos a la tumba”. (Historiador griego Heródoto de Halicarnaso).