Cogidos de la mano parece que deambulan por las calles de la vida los adictos a las drogas y al sida. Ambos males son mortales y se disputan la rapidez para terminar con vidas humanas que pudieron haber sido útiles si se las hubiese orientado a tiempo.

Recuérdese que cuando apareció el sida a nivel internacional hubo tal pánico que puso en alerta roja a hombres y mujeres. Sin embargo, con la proliferación del uso y abuso de las drogas no se ha conseguido anotar una actitud drástica.

Todo lo contrario, virtualmente se propagó el consumo a nivel de escolares, con la vigencia de una torpe y absurda tabla de consumo, con lo cual se generalizó el caos porque los escolares fueron las víctimas propicias para que consumieran la droga, pues las primeras entregas fueron gratis.

Ahora, el mal se ha propagado y un tratamiento médico cuesta dinero, lo cual no puede ser afrontado en hogares pobres. El mal se generalizó y los sistemas médicos para hacer frente al mal no tienen el soporte económico. Ello explica que la droga y el sida vayan cogidos de las manos ante la alarma que no pasa de tal.

Droga-sida se han posicionado de tal manera que aunque suenan las alarmas de alerta el cómo frenar el mal se ha vuelto una tarea difícil. Pero algo tendrá que hacerse en base a un plan que ataque al consumo de la droga y al sida, que se están propagando alarmantemente en el país.