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Columnas: el acoso escolar o el llamado ‘bullying’
Un estudio realizado por Ruth Arteaga, psicóloga clínica del Instituto de Neurociencias de Guayaquil, sostiene que intimidar al otro puede ir desde las bromas hasta la marginación.
Un estudio realizado por Ruth Arteaga, psicóloga clínica del Instituto de Neurociencias de Guayaquil, sostiene que intimidar al otro puede ir desde las bromas hasta la marginación e, incluso, al abuso con connotaciones sexuales o agresiones físicas.
Por lo general, se ataca al menos fuerte, al tímido, al gordo, al moreno, al que usa lentes, al que tiene un nombre o apellido determinado, etc.
Este comportamiento hostil se debe a varios factores como el cultural, a utilizar la agresividad no como una forma de vencer los obstáculos que se presentan en la vida, sino para vencer al otro.
También el factor familiar, ya que el niño agresor se desarrolla y aprende a través de quien se hace cargo de su cuidado y crianza, quien sirve de modelo a seguir. Si su cuidador es agresivo, el niño se comportará igual. Y finalmente, el factor social cuando el niño busca relacionarse con sus panas para reafirmar su identidad. Y si sus panas se burlan o maltratan a otros niños, él repetirá esa conducta para encajar.
Varias señales de alerta que te ayudarán a determinar si tu hijo/a está siendo víctima de ‘bullying’:
1. Oponerse a asistir a la institución educativa. El niño o adolescente puede negarse a ir a la escuela o colegio usando como pretexto un malestar estomacal, un dolor de cabeza, etc., aunque lo que realmente busca es refugiarse en la seguridad de su familia y su casa, debido al pánico y miedo que siente de enfrentarse nuevamente a su victimario.
2. Cambios de humor. Llanto, tristeza o carácter irritable son algunos de los cambios que puede expresar la víctima producto del estrés y la depresión causados por la humillación constante a la que está expuesto.
3. Conductas extrañas.