Opinión
Columnas: izquierda y derecha, al tacho de la basura
La división izquierda-derecha tiene una fecha de nacimiento dudosa. Todos la sitúan en las primeras semanas de la Revolución Francesa.
Estos términos tradicionales tienen un origen arcaico que hace referencia a los tiempos de la monarquía y de la Revolución Francesa, según como se sentaban los bloques políticos:
representantes populares a un lado y ricos ‘pelucones’ frente a ellos. La división izquierda-derecha tiene una fecha de nacimiento dudosa.
Todos la sitúan en las primeras semanas de la Revolución Francesa.
Para varios autores, aunque las fechas bailan, sí hay consenso a la circunstancia que provocó este reparto del espacio en la Asamblea Nacional de la capital francesa, París.
Los monárquicos preferían sentarse en el lado derecho del amplio local, mientras los republicanos prefirieron hacerlo en lado izquierdo.
Facundo Cabral {+} satíricamente indicaba en una de sus canciones que su hermano era izquierdista hasta que conoció a un derechista y se solucionaron sus problemas económicos.
En realidad hay izquierdistas que se han entregado a la derecha, y otros que se proclamaban derechistas apoyan a gobiernos supuestamente de izquierda como en nuestro país.
Estos dos términos deben desaparecer para que renazca el humanismo expresado en posturas democráticas, patrióticas, e integracionistas.
Para lograr que nuestro país triunfe es necesario que acoja lo bueno del capitalismo y del socialismo y rechace todo lo malo de ellos.
Esta actitud política no puede ser apropiada ni por la derecha ni por la izquierda, sino por todo el sentimiento sublime del humanismo que se expresa en un modo de producción MIXTO o bipolar.
Todos los países que se han acogido a este sistema han triunfado, un fiel ejemplo es China, que sin dejar de llamarse comunista ha impulsado un rostro humano con un sello de modelo mixto o bipolar de producción.