Opinión
Columnas: La política es el arte de gobernar
Todo acto positivo lleva el sello de la política. Todo lo bueno es político, y todo lo malo es politiquería.
Todo acto positivo lleva el sello de la política. Todo lo bueno es político, y todo lo malo es politiquería.
La política es una manera de actuar buscando resolver o minimizar el choque entre los intereses encontrados dentro de una comunidad.
El término ganó difusión en el Siglo V (a.C.), cuando Aristóteles desarrolló su obra titulada justamente “Política”, y señaló -entre otras cosas- que el hombre es un animal político. Y si no es político, es solo un animal...
Hay definiciones orientadoras que definen la real trascendencia de la política. Una dice así: “Un buen político es aquel que, tras haber sido comprado, sigue siendo comprable...” (Winston Churchill). Otra: “En política, lo importante no es tener la razón, sino que se la den a uno”. (Konrad Adenauer).
“El mago hizo un gesto, y desapareció el hambre. Hizo otro gesto, y desapareció la injusticia. Hizo otro gesto y se acabó la guerra. El político hizo un gesto y desapareció el mago”. (Woody Allen). “No desgasta el poder. Lo que desgasta es no tenerlo. (Giulio Andreotti).
“Los que hacen imposible la revolución pacífica, harán inevitable la revolución violenta”. (John F. Kennedy).
No existen personas apolíticas, porque cada acción produce una reacción. Por eso, Bertolt Brecht indicó que “el peor de los analfabetos es el analfabeto político”.
Una práctica política es que en las elecciones castigues con tu voto a los politiqueros que te han engañado o que te han querido engañar. Ojalá hayas pensado así al votar el domingo anterior...