Columnas: “Madre solo hay una”... ¡Eso era antes!

El Mes de María, para los cristianos, es este mayo que está transcurriendo, en homenaje a la madre de Dios, quien concibió virginalmente a su hijo Jesús, por obra y gracia del Espíritu Santo, y que tres décadas después sería crucificado.

Esta historia que narra el Nuevo Testamento dio también por resultado que, con la entrada de una nueva estación (para nosotros el verano carente de lluvias y de calores) se institucionalizara el Día de la Madre, en que los seres humanos rinden homenaje a ese amado ser que nos tuvo 9 meses en su vientre y que durante nuestra infancia y juventud, nos crio y nos protegió, con su ternura y sus consejos.

El segundo domingo de mayo, de carácter universal como lo es también el Día del Trabajo que la clase obrera celebró hace poco con desfiles y la promesa de una huelga nacional, ha unido sin embargo al amor filial con el interés comercial, ya que es una gran oportunidad para que los almacenes vendan mercadería para que los hijos queden bien con las autoras de sus días. Los comerciantes, entonces, “hacen su agosto en mayo”.

Esto me hace recordar a un amigo que me dijo alguna vez que no estaba de acuerdo con la frase que dice: “Madre solo hay una”, ya que en un día como el que se celebra este domingo debemos gastar en regalos para la propia madre, para la esposa, que es la madre de nuestros hijos, y hasta para la suegra. Amén de que tengamos que ayudar para que los empleados queden bien con sus mamacitas. En todo caso, aunque la fecha castigue al bolsillo, es reconfortante al corazón. (FCV)