Columnas: Mentiras de un majadero

Pocas frases tan insultantes y desconsideradas como la lanzada recientemente por Nicolás Maduro: “No somos un país de mendigos” al referirse a las ayudas internacionales que se dan para la sufrida Venezuela.

De allí lo atinado de la respuesta que le dio la eurodiputada Beatriz Becerra: “Háganme el favor: no le paren bola al tirano mentiroso. No le dice la verdad ni al médico. La ayuda y la cifra que se inventa el majadero es tan absurda como él”.

El mundo paralelo que viven él y la dirigencia chavista se afinca en la entronización de una ideología autista que solo se oye así misma y que se aleja de la realidad de millones de personas que, por hambre, han tenido que emigrar en las peores condiciones.

¿Es que son de mentira las decenas y decenas de personas que cogen carretera para huir de Venezuela? ¿Es falso que miles mueren por falta de atención médica?

En diciembre transitamos por el norte de Ecuador, sur de Colombia. De un bus en Tulcán se bajaron 40 venezolanos que, por Navidad, regresaban a su país. A la mayoría los movía la ilusión de ver a los suyos pese a que se veían en malas condiciones físicas y cortos de recursos, entre otros aspectos, algo que se reflejaba en su vestimenta.

Recuerdo que una chica venezolana sola lloró inconsolable durante el viaje y al preguntarle por qué, dijo: “tengo miedo y es por culpa de Maduro”.

FRASE: “La peor de las democracias es mil veces preferible a la mejor de las dictaduras”. (Ruy Barbosa).