Opinión
Columnas: Migrantes y delincuencia
Con la agudización del problema en Venezuela, la migración por parte de venezolanos que buscan una mejor forma de vida se ha convertido en un conflicto para todos los países vecinos.
Con la agudización del problema en Venezuela, la migración por parte de venezolanos que buscan una mejor forma de vida se ha convertido en un conflicto para todos los países vecinos.
Ecuador trató de controlar implementando el pasaporte, pero fue echado abajo con una acción judicial. Se anunció entonces la obligación de presentar cédula acompañada de un certificado de validez, pero se las han buscado para ingresar ilegalmente.
El flujo es de por lo menos 3 mil venezolanos diarios. Las autoridades calculan que son 200 mil los que entraron y no todos salen hacia otros países. Los hay de todas las condiciones, tanto sociales como intelectuales. Buenos y malos; los segundos son el peligro.
Los venezolanos ingresan en situación de angustia y con necesidades que no todos pueden solventar y es en esos casos donde se generan actos delincuenciales. Hay que tomar medidas de seguridad que no muchos ecuatorianos entienden. Somos gente buena y despojados de perjuicios, pero no debemos tampoco ser ingenuos.
En Guayaquil, como en otras ciudades, la delincuencia va tomando un auge que preocupa. El aumento se da por la falta de empleo; y el poco que existe lo ganan los venezolanos con salarios inferiores al mínimo legal. El sicariato ha pasado a ser ejecutado por forasteros. La prostitución ha desplazado a las féminas nacionales de los centros nocturnos.
Es urgente que el Gobierno tome medidas drásticas, caso contrario se puede ir de las manos. La Defensoría del Pueblo debe dedicarse a proteger los derechos de los ecuatorianos y de nuestro territorio, dejando la politiquería que a nada conduce.