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Diario Extra Ecuador

Opinión

Columnas: No son hechos aislados

Son 1.060 testimonios de víctimas que fueron violadas y torturadas en su niñez por curas y monjas.

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Los primeros casos se conocieron en los noventa, en Irlanda. Son 1.060 testimonios de víctimas que fueron violadas y torturadas en su niñez por curas y monjas. Casi todos en orfanatos y escuelas. La autoridad eclesiástica siempre lo supo. En Estados Unidos son más de 1.300 casos de violaciones de niños por parte del clero desde 1950, 300 sacerdotes están implicados. El caso de mayor repercusión fue el de Boston donde el cardenal Roger Mahony tuvo que dejar su cargo por estar implicado en el ocultamiento deliberado de estos delitos. En Australia hay 1.880 curas involucrados en violaciones de niños, 4.440 niños abusados y más de mil colegios católicos denunciados. El cardenal George Pell, hasta hace poco jefe de finanzas del Vaticano, está acusado de abuso sexual y de encubrir a curas violadores en Australia.

Hoy nos conmociona la renuncia masiva de 34 obispos en Chile luego de que el Papa Francisco los haya acusado de ser colectivamente responsables de destruir evidencia de delitos sexuales cometidos por sacerdotes y de presionar a los abogados para reducir estas acusaciones.

Todo esto en el marco de casos de curas en Ecuador -Guayaquil y Cuenca- también acusados de haber estado durante décadas abusando sexualmente, violando y torturando niños.

No son casos aislados, no son conductas inapropiadas; son delitos execrables. Es hora de llamarlos por su nombre y decir ¡basta!

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