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Opinión

Columnas: nuevas inquisiciones

Tal como ha sucedido por décadas, las jerarquías religiosas y sus grupos ‘laicos’ y elitistas saldrán hoy a las calles para mostrar su poder y presión para tratar de impedir leyes.

Tal como ha sucedido por décadas, las jerarquías religiosas y sus grupos ‘laicos’ y elitistas saldrán hoy a las calles para mostrar su poder y presión para tratar de impedir leyes, que otorgan derechos a otros, que ellos disfrutan, como: amar a quien se quiera, tener una familia como se pueda, y ser ciudadanos plenos y felices; pero sin pasar la línea que separa las opiniones de la discriminación , incluyendo la incitación al ODIO, que es penada hasta por el COIP; y porque somos un país laico, garante de derechos e igualitario. Ya salieron los mismos en el 2012 con el lema “14 millones”, ¿recuerdan?, contra la adopción, el aborto, el matrimonio igualitario, etc... ¿pasó algo de eso?... ¡pues nada!

Pero, ¿quién quiere imponer sus ideas a quién?, los GLBT no le dicen a nadie cómo vivir su vida, lo que piden es no ser discriminados. Los que protestan son los que se quieren aprovechar, como siempre, de la tergiversación y confusión legal y científica sobre conceptos de identidad de género, violencia intrafamiliar, métodos anticonceptivos, orientación sexual, educación infantil.

¿Acaso no se dispone del albedrío de los niños al bautizarlos, vestirlos, y hasta encasillarlos ideológicamente como quieren los mayores?

El sexo es el primer síntoma de rebeldía de todo ser humano, las relaciones extramaritales, la masturbación, etc. El tema central es que a las jerarquías de las iglesias siempre les ha interesado el poder, y qué mayor poder que tener el control sexual sobre las personas.