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Opinión
Columnas: Tenemos accidentes “hasta para exportar”...
No creo equivocarme si, ironizando, podríamos “exportar” los accidentes de tránsito que casi a diario tenemos, pues habrían más ingresos por concepto de carros destruidos.
No creo equivocarme si, ironizando, podríamos “exportar” los accidentes de tránsito que casi a diario tenemos, pues habrían más ingresos por concepto de carros destruidos, supuestas carreteras que van desapareciendo y hay que cerrarlas, aunque con solo poner un letrero que diga “en reparación” y un montón de tierra encima se cree que se va a solucionar el problema.
¿Llueve bastante? Es innegable. De lejos se divisó una especie de camino virtualmente bajo el agua. Y si esto ocurre se anticipa entonces que lo peor está aún por venir.
¿Adoptamos medidas preventivas? Pienso que no. Es cuestión de un fuerte chubasco para que casi desaparezca el camino que se abrió y que podía variar algo durante el día. Pero bajo chubascos sin que nadie garantice si ese camino soportará el paso de un bus grande, se sabe que estamos desafiando a la muerte en cualquiera de las regiones del país a donde se meten choferes audaces con valiosa carga humana. ¿Se puede evitar esto? Claro, con disposiciones enérgicas, porque una vida humana vale más que supuestos “conocedores de tal o cual corte vial”.
La situación es dura. La restricción a la movilización de carros especialmente livianos no puede dejársela a los golpes de suerte. Solo se debe circular de día y con una avanzada que asegure que más adelante no hay peligro. Caso contrario, resultaría más barato adelantar la compra del ataúd y esperar que se seque el deslave o cerro que está por venirse abajo...