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Opinión

Columnas: Veinte años de resistencia

Hasta 1997 ser homosexual en el Ecuador estaba tipificado como delito en el art. 516 del Código Penal, con una sanción de hasta ocho años.

Hasta 1997 ser homosexual en el Ecuador estaba tipificado como delito en el art. 516 del Código Penal, con una sanción de hasta ocho años. La campaña para despenalizar el ser homosexual en el país empezó luego de una redada en Abanicos -bar gay de Cuenca- en junio 1997. Esa noche, cientos de ciudadanos fueron golpeados, detenidos y algunos violados sexualmente por policías en la cárcel. Fue nuestro Stonewall criollo. Activistas de esa época lucharon incansablemente hasta conseguir que el 25 de noviembre de 1997 el Tribunal Constitucional declarara inconstitucional ese art. 516.

Hoy, la Constitución de nuestro país garantiza que nadie podrá ser discriminado por su orientación sexual o identidad de género. Se ha avanzado en el fortalecimiento pero de los medios de protección y garantías para las personas de la diversidad sexo genérica. Se han seguido aprobando leyes y ordenanzas locales que prohíben la discriminación y fomentan la igualdad de los LGBTI. Sin embargo, nuestra sociedad homofóbica, machista e intolerante aún hace prevalecer sus prejuicios. Pese a que la Constitución lo manda, las personas sexo diversas no contamos con el derecho a la protección de nuestros hijos y de nuestras familias. Es más, gente se organiza y marcha en las calles para negar que tengamos derecho a formar familias.

Pero la nuestra no es una carrera de rapidez, sino de resistencia.