Opinión
Culturizando las fiestas de carnaval
Las llamadas fiestas de carnestolendas o carnaval, que se celebran con mucho ruido y entusiasmo en el sector occidental del mundo, más que nada en nuestro continente (especialmente en Brasil) son el producto de una muy vieja tradición que tiene como emblema identificatorio a la alegre figura del rey Momo.
Estas celebraciones, que nuevamente abren un “puente vacacional” que comenzó el día de ayer, hasta el martes 14, han tenido un largo y lento proceso en nuestro medio, sobre todo, que va desde el juego desenfrenado, mojando a los semejantes no solo con agua sino con lo que se tenga a la mano, hasta una “culturización” que se trata de implementar en todos los sectores sociales con la programación de desfiles, comparsas, bailes populares, etc. que han estado a cargo de la institución municipal, a la cual hay que felicitar por este positivo empeño.
Es así como las viejas y malas costumbres de antaño han sido sustituidas por otra forma de incorporarse a estas festividades que, además, dan la oportunidad para el desplazamiento a otras zonas del país, sobre todo a los balnearios; y obliga a las autoridades de tránsito y policía a ejercer un control severo en la transportación y los festejos.