Es lo que cree y piensa Guayaquil y toda la ciudadanía ecuatoriana acerca del rol que cumplen ciertos jueces en los últimos tiempos. Pese a la existencia de un mejoramiento en la infraestructura de la Función Judicial, esta sigue sin cumplir adecuadamente lo que la sociedad espera y exige de ella.

Este Diario y otros medios de comunicación reseñan que no solo la ciudadanía está disconforme, incómoda y hasta expresando muestras abiertas de desconfianza y rechazo a diversas actuaciones de jueces respecto a las sentencias y disposiciones de ellos al liberar con facilidad a numerosos delincuentes apresados con suficientes pruebas. También la policía hace frecuentemente similar denuncia. Muchos son los hechos en los cuales la fuerza pública cumplió responsablemente su trabajo, pero los magistrados resuelven, con mucha ligereza, dejar en libertad a los aprehendidos.

Este es un factor que hay que tener muy presente, pues gravita como una constante en el vivir de la sociedad ecuatoriana. Esto significa que la Función Judicial no goza de buen prestigio en el país. Además, se considera que el trabajo de algunos jueces no está respondiendo a lo que la colectividad demanda. Ojalá mediten sobre este comportamiento y cambien a tiempo.