Opinión
Desde la redacción: Macbeth con sabor ecuatoriano

Por Juan Manuel Yépez
@juanmayepez
En el Ecuador ya no se sabe si reír o llorar por las tragedias de la política. En esta época de “compadres lindos”, que se sacan la madre cuando quieren defender sus mezquinos intereses, es imposible saber a ciencia cierta quién no está salpicado de escándalos.
La defensa del expresidente Rafael Correa a su exministro de Electricidad, Alecksey Mosquera, se fue al traste cuando su propio abogado se encargó de decir que el hombre confesará que efectivamente recibió sobornos de Odebrecht y que pedirá disculpas al país por este delito. Chuta, ¿no que era un acuerdo entre privados, como alardeaba el Rafico? Y pensar que cuando los medios investigaban casos ilícitos de ese Gobierno se los llamaba “prensa corrupta”.
Y si esto les parece poco, resulta que el excontralor Carlos Pólit, prófugo de la justicia, ha sido pana del alma del presidente de la Asamblea, José Serrano, con quien se ha sabido hablar por teléfono para planear cómo bajarse al fiscal Carlos Baca por “miserable”.
Y claro, tras esta revelación, vino el show mediático para pedir la cabeza del que filtró esa magistral conversación.
En este Macbeth criollo no podía faltar la “amiga”, apelativo endilgado por Baca a la fiscal subrogante Thania Moreno, y el “chiquito”, un duendecillo que ronda por la Contraloría y cuya identidad debió ser revelada por Pólit en la gira de medios que hizo en Miami como si fuera cantante de reguetón.
Entonces Moreno, la Thania digo, debería responderle al puro estilo de Mari Trini: “yo no soy esa que tú te creías, la paloma blanca que te baila el agua, que ríe por nada diciendo sí a todo, esa niña sí, no... esa no soy yo”.