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Opinión

El problema es de fondo, no de forma

La lucha contra el femicidio debe ser una constante, mucho más si tomamos en cuenta el aumento de estos casos el año que termina. Por eso son loables todas las iniciativas de mujeres empeñadas en realizar campañas de visibilización, ayuda y prevención de este delito.

Sin embargo, siempre hay quienes intentan imponer su criterio sobre cómo se debe protestar en este país. Hace unos días, este diario publicó en su portada la foto de una sensual modelo que impulsa una cruzada contra el femicidio, nota que tuvo un amplio despliegue en nuestras páginas interiores. En la gráfica, ella aparece con un atuendo sexy, junto a la noticia sobre el crimen de Emilia que indignó a todo el país. Entre tantos comentarios hubo algunos que me llamaron la atención, principalmente por su lectura morbosa y fuera de contexto. Se decía que la primera página era sexista por el hecho de que se relacionaba el cuerpo de la joven con un tema como el femicidio. Pero ¿las mujeres deben usar alguna indumentaria especial para ejercer su derecho a opinar? ¿Era más legítima su postura si salía con una burka hablando sobre el maltrato hacia las mujeres? Ellas pueden gritarle al mundo su descontento con esta sociedad machista hasta desnudas si les da la gana, sin que esto merezca el menosprecio de sus ideales. ¿Hasta cuándo nos seguimos fijando en las formas, mientras en este país no se termina de articular una política de Estado para combatir esta infamia?

Criticar es fácil, ojalá tuvieran el mismo ímpetu para respetar a quien protesta de la manera en que se le antoje.