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Opinión
Ética pública y Estado laico
En estos días está en Ecuador Julián Cruzalta –asesor de Católicas por el Derecho a Decidir- para dar una serie de conferencias sobre libertad de conciencia, ética pública y Estado laico. Quiero compartir aquí algunas de sus reflexiones.
Un Estado democrático debe ser laico y garantizar derechos a mayorías y minorías, pues los valores de la ética pública son los derechos humanos.
Las mujeres son agentes éticos de sus propias vidas. En el tema del aborto, ni el Estado, ni la sociedad, ni ninguna religión puede exigir a las mujeres que sacrifiquen su integridad corporal, su libertad, su autonomía o su vida futura para llevar a término un embarazo que no desean. Criminalizar las decisiones de las mujeres es no reconocer que las mujeres tienen derechos humanos.
Las leyes que penalizan el aborto no meten a la cárcel a los hombres, solo a las mujeres. Y las mujeres no se embarazan solas. Esta sanción penal es un factor de discriminación.
Un Estado laico no puede imponer ni modelos ni conductas morales a nadie. Las iglesias sí tienen derecho a aplicar un manual de conducta a sus fieles.
Pero su cumplimento no es obligatorio porque la moral religiosa no puede ser ley en un Estado laico.
Este es un problema de los gobiernos de América Latina, tenemos tanta moral, que hasta tenemos doble moral. Lo que nos falta es ética y responsabilidad a la hora de hacer las leyes.