El ser humano tiene que llenarse de fortaleza para encontrar el equilibrio y poder vivir en paz y en armonía con la vida y la naturaleza. Hay que buscar la fortaleza espiritual en la lectura de los libros sagrados; la fortaleza intelectual en los libros de los grandes maestros y escogidos escritores; y la dieta física en la comida y el ejercicio.

La falta de fortaleza espiritual termina en el desamor. La falta de fortaleza intelectual en la estupidez. “Lo que hace un tonto no lo hace ni un terremoto”. Y la falta de dieta y ejercicios termina en obesidad.

Si hago una historia clínica y encuentro factores familiares, por regla general el esposo, la esposa, los hijos, los padres, casi todos son gordos. Es un hábito el exceso de comida y el poco ejercicio. Por regla general son hipertensos, más de 130/80 de presión y en los exámenes de sangre por lo general si tienen más de 50 años son diabéticos (azúcar elevada en sangre) 130 o 140 de glicemia. Esto si no se trata a tiempo, con paciencia, dieta y ejercicios puede terminar en un accidente cerebro vascular o un infarto cardíaco.

Y si a esto añadimos el hábito de fumar y los trastornos emocionales (depresión, ansiedad, enfermedad bipolar) tenemos otros factores de riesgo que hay que tratar para comenzar el tratamiento de la obesidad que tiene que ser a tiempo con dieta y ejercicios. Y si el caso amerita, la cirugía o el balón gástrico, que da buenos resultados y se llega a bajar entre 6 a 7 libras en el mes.