Otra vez el expresidente Rafael Correa vuelve a tener responsabilidad en el quemeimportismo de los jóvenes, inclusive niños. Fue él quien, como jefe de Estado, implantó la tabla de control de los consumos de las drogas psicotrópicas. Por tal motivo algunos muchachuelos se encuentran ahora atrapados en las garras nefastas de las drogas. Como dijo el papa Francisco son los “Ni Ni”, es decir, ni trabajan ni estudian. Sus prácticas son indeseables, se manchan el cuerpo para toda la vida realizándose tatuajes, motivados por personas que ellos admiran: actores, futbolistas, cantantes, incluso narcos.

Muchas personas pensantes consideran que aquellas personas que se hacen impregnar tatuajes son delincuentes. Así mismo los aretes que son utilizados por ciertos hombres y mujeres en lugares como la oreja, la lengua, el ombligo, inclusive en sus órganos íntimos podrían presentarse a recibir críticas negativas. También el pelo que ciertos jóvenes se los tiñen con colores extravagantes y, además, se realizan cortes con estilos estrambóticos, podría decirse que cada uno de ellos quiere llamar la atención y sentirse diferentes. Además, completan una imagen negativa con su vestimenta que parece que quisieran ser confundidos con un vagabundo desordenado que rompe el esquema de las normas que rigen en nuestra comunidad.

Para concluir (algo que nunca acabará) su música predilecta es el reguetón y el trap (perreo), que parecen que están realizando actos provocativos, con letras llenas de erotismo. Estoy seguro que no conocen nuestro pentagrama musical; que no solo existe un desconocimiento de la música nacional, sino que hasta sienten rechazo total.