Columnas: La Tierra y su muerte anunciada

Solo los que por soberbia científica o avaricia niegan que nuestra madre Tierra está en graves problemas, aquellos que la tratan como un negocio en liquidación o los indiferentes no se han dado cuenta que la extinción del único hogar que tenemos ya comenzó. Y no es una histeria de los ambientalistas, quienes nos dicen que a menos que mantengamos sano este planeta, todo lo demás que hagamos será en vano.

Este próximo lunes es el Día Mundial de la Tierra. Se ha dicho tanto sobre su Apocalipsis en los titulares que a la gente la volvieron inmune a esta gran verdad y no se escandaliza y casi que ni le importa porque perdió la noción de las grandes proporciones que les da lo mismo un millón que mil millones de toneladas de CO2 lanzados a la atmósfera; o los mortales millones de toneladas de basura plástica y desechos tóxicos tirados al mar.

Si queremos una reacción positiva debemos hacer que se piense en global, pero se actúe en lo local: al llegar a casa prender los focos que solo se necesitan y apagarlos al salir del cuarto, reciclar la basura, no dejar las llaves de agua corriendo a la hora del baño, etc. Parecen tonterías, pero cuando se multiplica cada derroche innecesario de recursos por millones de habitantes es una cifra alarmante.

Durante 200 años hemos estado en la guerra y conquista de la naturaleza, y ahora finalmente estamos en una acción suicida porque la estamos empujando hacia la muerte.