“Tras cuernos, palos”

Una de la más grandes y dramáticas migraciones que ha tenido lugar en los últimos tiempos es, sin duda, la de miles de venezolanos que siguen huyendo del antes poderoso país debido al desgobierno en que está sumida la revolución chavista presidida por Maduro. Aproximadamente 2 millones de naturales de la Patria de los Libertadores (casi el 8 por ciento de su población) buscan, ante la falta de alimentos, medicinas y seguridad, mejores días en otros países de Sudamérica, entre los cuales está el Ecuador.

Pero como las desgracias nunca vienen solas (“tras cuernos palos”, como se dice en lenguaje criollo) en medio de este gran éxodo, Venezuela acaba de sufrir los aterradores efectos de inundaciones en algunos de sus Estados y de un fuerte sismo de 7 grados que el pasado martes estremeció a buena parte del país, incluida la capital Caracas, y se ha dejado sentir también en naciones vecinas.

Los países americanos al expresar su preocupación y condolencia por la situación de sus hermanos venezolanos plantean también la necesidad de tomar medidas con las cuales se busque remediar esta tragedia de la nación que, paradójicamente, cuenta con las más ricas reservas petroleras del mundo.