Resultó incomprensible que durante el gobierno correísta, que duró una década, se haya negado la importancia de que el Ecuador colabore activamente con los países a los que aproxima su situación geográfica y su realidad histórica, al impedir el ingreso de la nación a la Alianza del Pacífico, liderada por tan importantes potencias económicas en el ámbito mundial, como lo son China y Japón, y a la que se pertenecen los países hermanos del continente: Chile, Colombia, México y Perú, ubicados en los sectores costaneros del Mar de Balboa.

Indudablemente que se ha perdido un tiempo valiosísimo, al poner de lado la importante iniciativa de desarrollo, que el actual gobierno trata ahora de recuperar al darse el ingreso del Ecuador a dicha Alianza, que entró en vigor el 1 de mayo del 2016 y que desagravia en un muy alto porcentaje los productos que se intercambian los países y estableciendo rebajas graduales que benefician a los asociados.

Esta decisión ecuatoriana quedó definida desde el pasado mes de julio en que nuestro Ministerio de Comercio participara en la reunión cumbre de la Alianza del Pacífico. Y se espera que tal medida correctiva sirva para darle mayor impulso a nuestra actividad exportadora en crecimiento.