La tardanza en los procesos de investigación sobre grandes casos de corrupción y de abuso de poder, entre otros escándalos que no tienen aún respuesta, sobre todo del Poder Legislativo al cual corresponde dar la última palabra al respecto, está causando más que preocupación entre la ciudadanía que sigue paso a paso los temas que se ventilan en la Asamblea.

Los propios legisladores han reclamado ante la presidencia del organismo el hecho de que no se convoque oportunamente a los plenarios para resolver definitivamente sobre asuntos que han conmocionado a los ecuatorianos de todos los niveles.

Las diferentes comisiones han ido emitiendo los correspondientes informes sobre problemas que les fueron entregados para que, en su totalidad, la Asamblea se pronuncie. Sin embargo, a pesar de que se conocen los delitos contra el Estado, no se ha llamado a todos los implicados a responder ante la ley ni se ha logrado, como se viene planteando, la devolución de los millones que la corrupción le arrebató al Fisco.

Remata esta problemática con el caso del crimen del general Gabela, que se lo sigue postergando. Tampoco se toman resoluciones sobre la venta de armas y municiones del Ejército a los terroristas dirigidos por Guacho.