Opinión
El drama de la
Los hechos de corrupción de ciertos políticos continúan saliendo a la luz pública y dicen mucho respecto a la ética. Evidencian que en el país hay una quiebra de valores. También se dan en otros ámbitos donde abunda este fenómeno. Están en la justicia, empresas públicas y privadas, etc. Sin embargo, hemos de aceptar que se trata de un proceder casi generalizado.
Las redes sociales muestran cómo un accidente de tránsito de un camión que transportaba agua, bebidas, gaseosas y jugos, pone en evidencia que la propia sociedad está inmersa en esta descomposición de valores. Un daño de ese vehículo produjo un percance a su conductor y las mercancías que llevaba se regaron en el sector donde esto sucedió.
Pero los moradores de esa ciudadela, los conductores de vehículos, los transeúntes y múltiples personas, no auxiliaron al accidentado. Más bien aprovecharon el incidente para apropiarse de bienes ajenos, en una clara muestra de sustracción de objetos que no les pertenecían y por los cuales no pagaron un centavo.
Este hecho dice mucho más que la identidad de quienes realizaron esa acción. La descomposición de valores está regada socialmente y alcanza algunos estamentos de ella. Es preciso reeducar éticamente a nuestra ciudadanía.