Unidad y reconstrucción

Conforme baja el telón electoral, asoma lo más duro que afecta actualmente al país, y cuya atención debería ser la prioridad del nuevo gobierno: Unidad y reconstrucción.

La unidad es prioritaria, pues es el punto de partida para todo. La actitud muchas veces ofensiva y la imposición de órdenes, que fue la característica del gobierno saliente debe ser marginada, y pensar lo que se va a decir o hacer dos veces, pues se impuso algo más por prepotencia que por su mismo contenido. La unidad del país, que luce fraccionado, debe ser el punto de partida.

Lo otro es tan grave o peor de lo que cito. El país, golpeado por una estación lluviosa inclemente, está con su sistema vial semidestruido. Prácticamente han desaparecido algunas carreteras, caminos vecinales y otras vías que se utilizaban para comunicación entre distintas poblaciones. Qué decir de las grandes extensiones de cultivos de todo tipo, productos que, comercializados dentro y fuera del país, constituyen las principales fuentes de ingreso de millares de ecuatorianos.

No soy pesimista, pero sí me preocupan los millonarios gastos en obras que están inconclusas y que por eso aún no se ven sus resultados. Es necesario que todos arrimemos el hombro y que los futuros gobernantes olviden actitudes prepotentes y den paso a la reconciliación nacional. Solo así podremos salir de la situación nada agradable en que estamos.