Opinión
Editorial
El Buque Escuela Guayas
Luego de una larga gira que ha recorrido los siete mares del mundo, el buque insignia de la Armada Nacional regresó a su lugar de permanencia: Guayaquil.
El largo periplo no es una gira de placer. Es un período de entrenamiento muy importante y riguroso, tanto para los aspirantes a formar parte de nuestra Armada, como para sus mismos conductores; además de constituir una oportunidad para conocer nuevos puertos y nuevos pueblos, con lo cual incrementan su acervo cultural y pueden hacer comparaciones entre nuestro país y los países del extranjero.
En cada puerto donde clavan anclas hacen una interesante propaganda del Ecuador, de sus virtudes y riquezas, de su maravilloso paisaje, tanto andino como costeño y selvático; de sus gentes amigables, de ese lugar único en el mundo que son las islas Galápagos, de la extraordinaria biodiversidad de su tierra.
El viaje por el mar, conduciendo un barco que representa al Ecuador, forma el carácter de sus navegantes, quienes al día de partir suelen recibir la despedida bastante triste de sus allegados. Y al volver al país hay la gran alegría de un retorno feliz.
Palos de ciego
El crimen de dos hermosas jóvenes argentinas en Montañita ha conmovido al país y al continente. Este balneario nacional, que se puso de moda desde hace algunos años, es muy concurrido y apreciado por la gente joven. La efectiva acción policial permitió dar al poco tiempo con dos presuntos asesinos. Toca a los jueces aplicar la justicia con toda severidad.
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Nuestras relaciones con el gigante asiático, cuyos préstamos los pagamos en petróleo contante y sonante, se estrechan más. Se acaba de firmar un convenio que suprime las visas entre ambos países. Ojalá que con esta oportunidad turística no nos hagan ‘chinos’; y todo marche, como el chaulafán, a pedir de boca.
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La TV siempre oportuna, ayudada por los ‘ojos de águila’ que se han colocado en la vía pública, nos permitió apreciar unas ‘tomas’ en las que aparecen unos jóvenes taponando las alcantarillas, con propósitos que son de imaginarse. Son los mismos que luego se ganan sus ‘reales’ empujando los carros que se quedan ‘varados’ en las calles inundadas por las lluvias. Por lo tanto, no hay que acusar de estos problemas pluviosos precisamente a San Perico que, según se dice, es el ‘aguador’ desde el cielo.
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El Ídolo, que iba por buen camino con sus anteriores victorias, perdió frente a los ‘chullas’. Emelec perdió en casa propia. Y el River de Canessa se estrelló frente a los morlacos. Horrible fecha para el fútbol local.