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Diario Extra Ecuador

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El Estado empresario

Es casi un axioma de la economía que el Estado es  mal administrador. Lo demuestran  algunas empresas manejadas por los gobiernos, que acaban con consecuencias económicas tremendas.
Y en el último periodo del predominio del Estado no solo en asuntos de índole política, sino en lo económico, empresas públicas han tenido pérdidas y déficits en grandes cifras. Un caso específico es  Tame, que acusa consecuencias negativas por decenas de millones de dólares  y ha debido suspender sus vuelos a varios lugares porque no hubo un previo estudio de mercado y lanzaron sus aviones sin meditar que pronto la ausencia de pasajeros  causaría severos contratiempos.
La aviación comercial es un negocio complicado y algunas grandes compañías privadas han sufrido sus consecuencias. Pero muchas logran reponerse y subsisten y hasta amplían sus actividades, absorbiendo las pérdidas y revisando sus previsiones y ejecuciones.
Pero eso no ocurre con las empresas públicas, algunas convertidas en botín político para ubicar a partidarios de los gobiernos que, con el mérito de la actividad partidista, reclaman y hasta exigen cargos remunerados en esas entidades.

 

¡Más respaldo merece Solca!

El impasse entre gobernantes y militares por la devolución de los 41 millones, por la compra de los terrenos que el Issfa vendió al Ministerio del Ambiente, para construir el parque Samanes, parece entrar a una suerte de ‘stand by’ que, como tal, no se dejará morir del todo. Pero el público no se quedó sin un tema por el cual tenga que preocuparse para los respectivos chismes y hasta suposiciones. Y este tema es el de Solca, luego de las declaraciones poco felices de nuestro mandatario frente al reclamo de los directivos de la institución de salud que tiene que encargarse nada menos que de los pacientes con una enfermedad tan catastrófica: el cáncer.
Esta institución, creada en los años 50 del siglo pasado, en Guayaquil, por iniciativa de un equipo de ilustres médicos porteños a cuya cabeza estaba el doctor Juan Tanca Marengo (igual cosa se hizo anteriormente en La Perla cuando se fundó LEA para combatir la tan temida tuberculosis con el doctor Alfredo Valenzuela Valverde a la cabeza) ha venido funcionando desde entonces con notable eficiencia, gracias a un impuesto creado a su favor, que fue cambiado para que la dependencia económica sea directamente con el Gobierno. Y como los gastos operativos son millonarios, el que se le adeude a Solca buena parte de su patrimonio ha puesto en peligro la atención continua que debe darse a los pacientes, con el peligro de que una interrupción pueda tener resultados fatales. (FCV)

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