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Opinión
Editorial
La controversia
Las medidas que anuncia el Gobierno ante la trágica realidad del terremoto ha desatado una controversia con el sector privado en torno al aspecto económico y ha expresado su inconformidad con subir los impuestos, especialmente el IVA. Y como consecuencia inmediata, ciertos proveedores de alimentos e insumos subieron los precios y quizás volverán a hacerlo cuando entren definitivamente en vigor esas medidas, impactando la economía de los ecuatorianos, y más en los de menores recursos. Pero si se critican esas medidas, cabe preguntar cuáles serían las más adecuadas, porque algunas tienen que tomarse de manera inmediata, y pueden causar impacto en la economía nacional.
Se debió guardar, por elemental prudencia, un fondo de emergencia y eso hay que condenarlo, con tantos millones que recibió el Fisco gracias a los altos precios del petróleo. Además, preocupa a la ciudadanía el manejo de la reconstrucción que debe estar en manos de una entidad independiente con personas de absoluta honestidad y buen criterio que evitará el manejo político de una situación que solo deber mover la solidaridad, al margen de otros intereses.
Ecuador solidario
El 16 de abril del 2016 será una fecha inolvidable para los ecuatorianos. Luego de 67 años, la tierra volvió a temblar de manera estrepitosa, por 50 segundos. Día negro principalmente para Manabí y Esmeraldas, que tras sufrir el embate de la naturaleza, quedaron prácticamente devastadas con sus principales ciudades bajo los escombros. Fecha inolvidable también por otra razón. Tras conocerse la magnitud de los daños causados por el desastre natural se instauró inmediatamente un clima de solidaridad y unión, pues desde el domingo 17 miles de ecuatorianos y la empresa privada se pusieron en la tarea inmediata de constituir al país en un gran centro de acopio, cada uno contribuyendo con un granito de arena para hacer llegar a través de las donaciones un mensaje de esperanza a los hermanos manabitas, esmeraldeños y babahoyenses, demostrando que en medio de la adversidad, un Ecuador unido es capaz de salir adelante.
De aquí en adelante queda muchísimo por hacer con el pasar de los meses. Y pese a la dolorosa situación de cientos de familias, la normalidad y la calma deberán volver. Mientras eso sucede debemos continuar brindando la ayuda necesaria. Sigamos siendo solidarios, no desamparemos a quienes más nos necesitan.
Desde todos los sectores, incluido el gubernamental, existe la obligación moral y humana de trabajar mancomunadamente para la reconstrucción y el progreso de Manabí, y el resto de poblaciones afectadas.
Ec. Carlos Cabanilla Guerra