Opinión
Editorial
La goleada
Nadie, ni los mismos jugadores de Barcelona, imaginó que el segundo clásico terminaría con una goleada impresionante que arrinconó al tricampeón. Barcelona cumplió otra de sus hazañas goleando al Emelec por 5 a 0.
La explicación que dan los entendidos en la materia y los mismos entrenadores y jugadores no esclarece esa victoria que deja a Barcelona muy cerca, nuevamente, de la punta del torneo y con perspectivas para ganar la primera etapa si mantiene la racha con que propinó dos goleadas históricas, la una a la Liga de Quito y la segunda al tricampeón que, sin duda, pasa por mal momento y no encuentra un camino claro de victoria, pues, como ocurrió con el primer clásico, que ganó por la mínima diferencia, está dando una de cal y otra de arena, esta última más grave con una derrota espectacular.
El campeonato nacional está dejando, como uno de los resultados, el repunte de Barcelona y la mala actuación de equipos como el tricampeón Emelec y la Liga de Quito, mientras el Deportivo Cuenca, El Nacional, la Católica y el Independiente del Valle van escalando posiciones importantes.
¿Sí sabemos conducir?...
Le sugiero al lector que agudice su mirada y ponga más atención con los oídos...¿Qué vio o escuchó cerquita de donde Ud. estaba parado? Simplemente que un vehículo, llámese automóvil, bus o moto, hizo una maniobra que puso los pelos de punta a más de una persona.
Al chofer no le interesa si una persona cruzaba la calle. Pensó que el rojo del semáforo es una lucecita de época de Navidad. Y, que las personas que iban a cruzar la calle debían esperar por un bólido de estos, llámese bus o auto, que impone su ley y nadie los hace entrar en razón.
Me ratifico en lo que he expresado antes. El terremoto nos tiene nerviosos y la situación es peor en Guayaquil porque, con la alteración del tráfico por este u otro motivo, se forman grupos para correr de una acera a otra, cuando debería ser lo contrario; es decir, los vehículos deben parar para permitir el cruce de personas, porque el humano lleva las de perder ante un motorizado.
Existe -porque he visto y escuchado- una tibia campaña invitando a los conductores a que respeten al peatón , aunque este cometa un error. Pero la campaña es demasiado tibia o no se le hace caso....Y aquí radica el “pero”....si a un conductor que ha convertido la calle en pista de carrera y a un peatón boca abierta se lo guarda mínimo un día tras las rejas, tengo la seguridad de que aprenderá...
Por Vicente Flores L.